viernes, 23 de enero de 2015

"Como aprendí húngaro". ¿Has intentado aprender una lengua difícil?

Hace algún tiempo leí un artículo muy interesante que escribió Carolyn Yohn en su blog. Carolyn es una traductora norteamericana que traduce del húngaro y/o francés al inglés.

El artículo se llama How I learned Hungarian. El título es atractivo ya que el idioma húngaro es una lengua bastante difícil.

Explica en el artículo que pautas siguió para aprender húngaro. El texto contiene consejos muy buenos que sirven para cualquier idioma que se quiera aprender. Su blog está en inglés, así que he resumido el artículo al castellano para entenderlo mejor. Os va a gustar la historia.

Cómo aprendí húngaro

"¿Eres húngara?" Esa es la primera pregunta que me hace la gente cuando oyen lo que hago para ganarme la vida. La respuesta es claro que no. Soy americana, nacida y criada. (Sino no traduciría al inglés ¿verdad?). Lo que normalmente continúa es siempre, "bueno, ¿no es el húngaro un idioma difícil?" Si y no.

El húngaro es un idioma realmente lógico una vez que has superado los estraños sonidos y la sintaxis. Hay una serie de normas estandar que seguir, así, que si conoces una palabra, puedes de hecho decir que conoces unas 20 - la palabra base y el verbo relacionado, el adjetivo, la posibilidad de X, la imposibilidad de X, etc. Dicho ésto, existe un coste alto de tiempo al empezar a aprender húngaro. Me llevó un buen par de meses sintonizar mi oído a los sonidos y otro par en poner en forma mi lengua para producir los sonidos con consistencia. Algunos de ellos son un completo ejercicio para los músculos de tu boca. ¡Con certeza no aprenderás este idiomas de la noche a la mañana!

En primer lugar, compré el libro y CD Routledge’s Colloquial Hungarian (una edición antigua del cual enlazo aquí - ¡ahora hace casi 10 años que empecé!). Un hecho divertido: cuando compré el paquete no tenía ni idea de lo qué significaba coloquial. Erika Solyom y Carol Rounds escriben de maravilla; es realmente obvio lo mucho que aman el idioma. Escuché la grabación del audio de ayuda (el alfabeto) durante un mes ininterrumpidamente, a veces repitiendo después del locutor, a veces no. Entonces, continúe con el primer par de secciones intentando pronunciar las palabras, después escuchando al "profesor". Sólo después de empezar a pronunciar algunas de esas palabras con corrección pasé a las frases típicas (Hola, ¿cómo estás? bien. Hoy hace bueno...) ¿Te suena complicado? Pues te prometo ¡que fue muy útil conseguir establecer una buena base!

Después de este período de calentamiento, viajé a Hungría. Era mi primer viaje al extranjero en mi vida. Además de la incomodidad de una familia anfitriona con un (maravilloso) retorcido sentido del humor -mucho pitorreo y muchas bromas- y una adolescente que se encontró a si misma con la lengua enredada en cualquier idioma durante un tiempo. La madre anfitriona más tarde me explicó que pensaba que era "especial" al principio debido al hábito nervioso que tenía de retorcer mis manos para encontrar la palabra adecuada que usar. ¿Qué intentaba, sacar la frase correcta del aire?

Ir a un instituto húngaro me ayudo mucho. Mis compañeros de clase estaban por el inglés, pero ninguno de ellos quería hablar demasiado en inglés conmigo. El húngaro era nuestra manera de cotillear. Aprendí a hablar sobre chicos, a comprar bollos de chocolate (csokis csigák) en la cantina, ir a ver películas, y abandoné la clase de húngaro bastante deprisa. ¡Ja! Sin mencionar otras importantes cosas: conseguir un teléfono pre-pago y recargar las tarjetas, tomar el autobús y el tren, encontrar un baño... lo típico.

El programa con el que fui al extranjero era suficiente para pagarme las clases del idioma en un grupo pequeño de intercambio de estudiantes, dos veces por semana y luego una por semana durante algún tiempo. El estudio formal (gramática, conjugaciones, etc) añadido al aprendizaje informal lo hizo más fácil. Nuestra profesora nos enseñó muchas cosas útiles al principio y luego empezó añadir vocabulario escolar (temas como "profesiones", "en la oficina", etc). Nos llevaba a veces a pequeñas excursiones de campo y nos ponía deberes. Yo también mantenía unas libretas de palabras que escuchaba de casualidad.

Finalmente, empecé a sentirme más cómoda aventurándome en textos más largos - artículos cortos de periódicos al principio. Mi padre anfitrión me hacía leerle el chiste diario en alto y luego con paciencia me explicaba que significaba (en húngaro, usando diccionarios cuando era necesario). Hicimos ésto casi todas las noches durante un periodo de seis meses. No olvidaré el día que leí el chiste en alto y no reí. Me preguntó "¿Lo has entendido? Déjame explicarte". Contesté "no, no, lo he entendido. Sencillamente que ¡no es divertido!". Después de ésto empecé a trabajar artículos más largos, a continuación poemas cortos, después libros. Por el décimo mes o así, ya era capaz de acabar un libro y hablar algo sobre él.

Cuando regresé a casa, hice todo lo posible por mantenerme en contacto con los amigos y la familia de acogida por email o Skype. Leía ocasionalmente periódicos online. Y cuando quise meterme más seriosamente en la traducción construí juegos de vocabulario clave. ¡Y eso fue todo! Te da trabajo, pero vale la pena. Realmente, ¡os animo a que lo intenteis!

¿Cómo aprendisteis una lengua extranjera? ¿Habéis intentado aprender una de las "duras"? ¿Qué pensais del proceso?

Para acabar

Espero que os hay gustado la historia. Si queréis seguir los artículos de Carolyn, aquí tenéis la dirección de su blog: https://untangledtranslations.wordpress.com

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